“Cuando tú no estás” es la canción estrella que cantaba Raphael en mil novecientos sesenta y seis en la película del mismo nombre. Hoy que tú estás lejos, tanto tiempo después, todo sigue igual, como cantaba Julio Iglesias también por aquella época, y yo tampoco sé si el mundo es el de siempre; ciertamente sí es muy diferente de cuando tú lo iluminas con tu presencia. Lo siento más silencioso, desde luego – hoy apenas sí he hablado, solo he dicho: buenos días, ponme un café con un churro, y un poco más tarde: bueno, mañana más y a ser posible mejor; también lo necesario, no más, en la consulta del médico y en la farmacia -; y sí, nada, no tengo nada más que esta bufanda de tinieblas en torno al cuello que me aprieta delicadamente y atenúa el frío de la distancia. No es bueno que el hombre esté solo, se ha dicho, y es verdad, que la soledad no deseada es mala pasajera para el viaje, te distrae de lo importante, a saber, que la vida hay que vivirla desde la consciencia de que es la única que conoces, la única que tienes, y posiblemente la única que vas a tener nunca jamás; te cierra las puertas a lo que ocurre, a la realidad en las que están los otros y de la que tú, quieras o no, aquí no hay medias tintas, formas parte. Cuando tú no estás, en mi caso, siguen brillando las estrellas, pero tan lejos que su luz es polvo de esta nada. Nada sin mi amada, nada sin su amor.
Gracias por compartir, amigo Santiago
ResponderEliminarGracias, Santiago. Hermoso texto.
ResponderEliminarEsta frase: "no tengo nada más que esta bufanda de tinieblas en torno al cuello que me aprieta delicadamente y atenúa el frío de la distancia".
ResponderEliminarEs precisa, condensa la esencia de lo escrito, y preciosa.
La memoria rompe la ausencia y convierte todo en continuo presente. La vida es también lo que fue, lo que vivimos, lo que soñamos, lo.que inventamos. Una mente poderosa y un corazón sensible nunca se dejan ahogar por la soledad (Emilio Porta)
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